Finca Socueva
Cades S CB
Historia de Finca Socueva:
FINCA SOCUEVA es un pequeño paraíso, situado en el Valle del Nansa, en la Cantabria Occidental, muy próximo a los Picos de Europa. El valle discurre, entre montes y laderas verdes de bosques y "praos"; desde las tierras altas de "Polaciones" con sus hayedos infinitos y nieves aseguradas, hasta su desembocadura en las rías de Pesues.
Después de treinta años como Arquitecto y especialista Medio Ambiente y trabajar activamente como voluntaria durante más de 6 años en una ONG, esta casa y su finca, supuso para mí la vuelta al mundo natural y autentico; a ese paraíso que vamos perdiendo poco a poco, el que siempre deseamos encontrar o volver.
Todo empezó con los viejos frutales de la finca y una pequeña huerta para mi familia y para mí. En el mundo natural no somos capaces de controlar las cantidades con las que la Naturaleza nos regala cada año. Unos años faltaban productos y otro tenía grandes cantidades que regalaba a amigos y familiares.
Me pregunte: ¿Que hacían nuestros mayores, cuando dependían exclusivamente de lo que eran capaces de cultivar y no tiraban ni desperdiciaban nada? . Hacían mermeladas, conservas, inventaban recetas ricas para aprovechar al máximo los productos de cada temporada; creaban aromas, sabores y olores del que disfrutaban todos; creaban el hogar natural y autentico al que todos queremos volver. ESTO ES LO QUE DESEAMOS QUE ENCUENTRES CON NUESTROS PRODUCTOS.
En Finca Socueva, volvemos a lo natural y tradicional...como nuestras abuelas
Nuestras mermeladas están elaboradas con 100 % de frutas naturales procedente de nuestra finca; todas ellas contienen más de 63gr de fruta por 100gr de producto, llegando, en algunos casos, hasta 76gr de fruta. Por ello la producción depende de la cosecha del año.
Pensando en las personas que quieren hacer una dieta saludable, diferentes alergias e intolerancias, dificultades con el índice de azúcar, menos calorías etc... decidimos hacerlas con FRUCTOSA, que lejos de perder sabor, potencia el sabor de cada fruta, respetando y mejorando la personalidad de cada una de ellas.
Otro secreto de ellas es: la paciencia en la elaboración de ellas, a fuego lento, durante el tiempo necesario para que adquieran la consistencia optima y el máximo sabor. No se añaden, ni espesantes, ni acidulantes, ni ningún tipo de colorantes ni conservantes.
Imagen de Cades